<div><span style="font-size: 1rem;">Los tribunales penales internacionales son responsables de juzgar los crímenes de guerra, los crímenes de lesa humanidad y el genocidio. De estos delitos, el genocidio es el único que no solo requiere demostrar que se ha causado daño a la población atacada (a través de asesinatos masivos, creación de condiciones de vida extremadamente precarias, prevención forzosa de nacimientos, entre otros), sino que también es necesario probar que dichos daños fueron causados con la intención de destruir al grupo.</span></div><p><br></p><p>Los tribunales penales internacionales son responsables de juzgar los crímenes de guerra, los crímenes de lesa humanidad y el genocidio. De estos delitos, el genocidio es el único que no solo requiere demostrar que se ha causado daño a la población atacada (a través de asesinatos masivos, creación de condiciones de vida extremadamente precarias, prevención forzosa de nacimientos, entre otros), sino que también es necesario probar que dichos daños fueron causados con la intención de destruir al grupo.</p><p><br></p><p>Algunos juristas han propuesto eliminar el requisito de intencionalidad, lo que implicaría que tanto personas como Estados podrían ser condenados por genocidio, incluso si la destrucción del grupo no fuera un objetivo principal. Esta modificación tendría importantes implicaciones en la recolección de pruebas, en las medidas cautelares impuestas por los tribunales y en las sentencias emitidas.</p><p><br></p>